El Te Deum es un cántico de Acción de Gracias a Dios que se realiza en los momentos más importantes de la vida de la Iglesia o de una Nación. La celebración del Te Deum tiene sus orígenes en el Siglo IV (4°) y es un canto de gratitud, de profesión de fe.
Las palabras Te Deum significan “A ti, oh, Dios”, y en nuestro país en esta ceremonia la Iglesia agradece y pide a Dios por la Patria, en presencia de las mas altas autoridades civiles y militares del Estado.
Esta ceremonia se celebra tradicionalmente desde 1811, año en que el General José Miguel Carrera, pidió a la autoridad eclesiástica de la época que celebrara una Santa Misa de Acción de Gracias para conmemorar el primer aniversario de la Primera Junta Nacional de Gobierno, instalada el 18 de Septiembre de 1810.
En sus primeros años el himno del Te Deum formaba parte de la Santa Misa, cantándose al final de ésta. A partir de 1870, por iniciativa y solicitud del Ministro de Interior de la época Miguel Luis Amunategui, se empezó a realizar la ceremonia del Te Deum pero excluyen la Santa Misa, realizándose sólo una homilía a cargo del Arzobispo de Santiago.
Al paso de los años y a partir de 1971, el Te Deum adquiere el carácter de ecuménico, ya que incluye a las otras confesiones religiosas reconocidas en Chile. Ese año el entonces Arzobispo de Santiago Cardenal Raúl Silva Henríquez invitó a Obispos y Pastores de otras iglesias cristianas a participar con sus oraciones en esta ceremonia, accediendo así a una solicitud del entonces Presidente de la República Salvador Allende, quién al asumir el cargo en Noviembre de 1970, pidió a la autoridad eclesiástica de Santiago, que la ceremonia tuviese dicho carácter de abierta a otras confesiones religiosas.
El Te Deum tradicionalmente fue presidido por el Arzobispo de Santiago, con la excepción de lo ocurrido el año 2018 en que el Cardenal Ezzati se encontraba en un proceso de formalización judicial, debido a los encubrimientos de abusos sexuales en la Iglesia, en donde más de 300 personas fueron afectadas entre los años 1970 y 2000, y en virtud de ello, la Curia chilena le solicitó al Arzobispo que se abstuviera de presidir la ceremonia.
En 2020, debido a la extensión de la Pandemia del Covid-19, la Acción de Gracias por la Patria fue celebrada en el Santuario de la Inmaculada Concepción ubicado en la cumbre del Cerro San Cristóbal, con la presencia de 50 personas.
En las Catedrales de las 22 Diócesis y 4 Arquidiócesis restantes de Chile, el 18 de Septiembre, a la misma hora del Te Deum Ecuménico de Santiago, se realiza una ceremonia homóloga presidida por los Obispos y Arzobispos respectivos, contando con la presencia de las autoridades regionales.
A partir del año 1970, se han venido escuchando voces tendientes a la eliminación o supresión del Te Deum como actividad republicana y entre otros argumentos se señala que cada día existiría una escasa atención popular a esta fiesta religiosa.
El conocido periodista Daniel Matamala, en una columna escrita en Ciper sostiene que:” El arzobispo de Santiago no tiene un liderazgo moral tras los casos de abusos sexuales, encubrimientos e inacción contra la pedofilia en la jerarquía católica. Por cierto, continúa diciendo, el arzobispo de Santiago sigue teniendo el legítimo derecho de intervenir en los debates políticos e intentar convencer a la opinión pública de sus posiciones. Lo que no corresponde, es que sus ideas particulares de temas políticos como el aborto, el matrimonio igualitario, el salario mínimo o la corrupción reciban el subsidio de ser presentadas sin contraste ni debate en la principal ceremonia de la República”.
En atención a la crisis de confianza y credibilidad que existe en la ciudadanía hacia las instituciones representativas de la República, en que el Cuerpo de Bomberos de Chiles es la institución más creíble y respetada del país, y considerando que hace muchos años se eliminó la Santa Misa del ritual, sería signo de concordia y adaptación a los tiempos, que en la ceremonia que nos ocupa, se sustituyera la Homilía a cargo del Arzobispo, que siempre ha sido fuente de conflictos, por una plegaria conjunta de las Iglesias asistentes a la mas antigua ceremonia republicana de Chile.