El término “Fascismo” es uno de los más difíciles de definir con exactitud en las ciencias políticas desde los mismos orígenes de este movimiento, posiblemente porque no existe una ideología ni forma de gobierno “fascista” sistematizada y uniforme en el sentido que tienen otras ideologías políticas contemporáneas.
El fascismo surgió en Italia durante la Primera Guerra Mundial, para luego difundirse por el resto de Europa en el período entra ambas guerras mundiales.
Para el fascismo, el funcionamiento de la sociedad se sustenta en la disciplina y el orden y en un apego total a las cadenas de mando y en llevar adelante un fuerte aparato militar, cuyo espíritu trasciende a la sociedad en su conjunto.
Durante el período entre las guerras mundiales el fascismo se instaló en Italia con Benito Musollini quién inaugura el modelo y le da el nombre al Movimiento. Luego se expande a Alemania con Adolfo Hitler y cierra el círculo en España con Francisco Franco y en Portugal con Salazar. La mayoría de los académicos colocan al fascismo en la extrema derecha del espectro político. Se basan en su conservadurismo social y en sus medios autoritarios de oposición al igualitarismo marxista.
El objetivo del fascismo es reivindicar una idea corporativa de la sociedad, basada en los principios de patria, orden y tradición, bajo la conducción de un líder carismático. Esta ideología tuvo enorme importancia política en la primera mitad del siglo 20 y llegó a establecerse como régimen estable de gobierno en Italia, Alemania, Portugal y España.
Actualmente, el término fascismo suele usarse de forma peyorativa para designar actitudes o posturas autoritarias y antidemocráticas. Sin embargo, aunque todo fascismo es autoritario, no todo autoritarismo es fascista.
En Chile, el 5 de Abril de 1932 fue fundado el Movimiento Nacional Socialista de Chile y el abogado Jorge González von Marees asumió como su primer Jefe.
Inicialmente, los miembros del Movimiento Nacional Socialista de Chile se conocían como “Nacistas” y tuvieron enfrentamientos con miembros de corrientes políticas contrarias, tanto de la derecha conservadora, con liberales y también con grupos marxistas y estalinistas, razón por la cual en 1933 crearon las Tropas Nacistas de Asalto.
En 1935, el Partido Nacional Socialista de Chile contaba con más de 20.000 militantes a lo largo del país y especialmente en la zona sur de Chile. Este Partido tuvo importante presencia en Federaciones Estudiantiles Universitarias, llegando incluso a ocupar la Presidencia de la Federación de Estudiantes de Chile. (FECH).
En las elecciones parlamentarias de 1937, los denominados “nacistas” obtuvieron 4 Diputados y 29 regidores (concejales). Pese al rechazo que generaron en el Congreso el uso de uniformes y saludos de tipo militar, participaron en la gestación de importantes leyes, tales como la de creación de la Corfo, la instauración de un impuesto extraordinario a las empresas norteamericanas encargadas de extraer cobre en Chile, el derecho a voto femenino y la creación de la Zona Económica Exclusiva en el Océano Pacífico.
El Movimiento Nacional Socialista de Chile se disolvió en 1941 debido al giro hacia la izquierda que empezó a tomar el Movimiento, lo que motivó que grandes grupos de militantes del Movimiento se alejaran de él y formaran nuevas agrupaciones que subsistieron hasta 1973, tales como Patria y Libertad y Fiducia.