Las Universidades tienen como rol fundamental la formación de profesionales, por lo cual los académicos, pasan a ser “profesores” dentro de este proceso formativo de educación superior, en que también transitan los futuros profesores y profesoras, que serán pedagogos de niños, niñas y jóvenes desde la educación parvularia, básica hasta la educación media. Este proceso continuo de intercambio de conocimientos, experiencias, aprendizajes y enseñanzas es una rueda en constante movimiento, que debe retroalimentarse de las evaluaciones de este proceso de enseñanza – aprendizaje.
La semana pasada, en el Teatro del Lago en Frutillar, se realizó por primera vez la entrega de los resultados de la prueba PISA de matemáticas en regiones, por parte de la Agencia de la Calidad en el Educación, evento organizado en conjunto con el Servicio Local de Educación Pública de Llanquihue y el Instituto de Especialidades Pedagógicas de la Sede Puerto Montt de la Universidad Austral de Chile.
La prueba PISA es un instrumento de evaluación internacional, que se aplica cada 3 años en distintos países del mundo, que no mide contenidos sino habilidades, es decir, cómo se aplican los conocimientos en el contexto real. Los resultados de Chile son diversos, muestran algunos avances como, recuperación tras pandemia, que seguimos siendo los primeros de Latinoamérica y la alta percepción de apoyo de los profesores a sus estudiantes. Sin embargo, también se observa la caída de algunos indicadores; como el aumento de la brecha de género y el bajo porcentaje de Chile en relación con el promedio OCDE.
Las razones de estos resultados -con sus aspectos positivos y negativos-, pudieran explicarse a través la influencia positiva o negativa de muchos factores, entre ellos, el lugar de estudio, el entorno sociocultural, la salud, el género, entro otros. Pero uno de los más relevantes es el profesor o profesora de matemáticas, ello debido al rol relevante del profesor y la valoración que le dan los propios estudiantes. Por ello, debemos mirar y revisar constantemente, desde las Universidades, el proceso formativo docente, tanto inicial como de educación continua. Este es el motivo de que las mediciones y evaluaciones como la prueba PISA son importantes y nos retroalimentan, ya que nos permiten ver más de cerca cómo se está desarrollando el perfil profesional de nuestros titulados y tituladas, y qué mejor forma de verlo, que a través de los resultados del proceso de formación de los estudiantes de enseñanza media (medido en este caso con la prueba PISA). Por todo lo antes mencionado, es un desafío para nosotros tomar esta información, compartirla con nuestros académicos, revisar en conjunto nuestro proceso educativo y compartirlo con nuestros estudiantes de pedagogía, para ir completando el círculo y el ciclo de la necesaria mejora continua.
Esperamos que esta retroalimentación generada el jueves pasado, permita impulsar las necesarias mejoras de los pedagogos y futuros pedagogos y con esto seguir cumpliendo nuestro rol constante de entregar profesores y profesoras de excelencia para la región y el país.
Por: Dra. Marcela Astorga Opazo, Vicerrectora Sede Puerto Montt Universidad Austral de Chile