24 de Agosto del 2025.- Si bien, no se trata aquí de afirmar o rebatir que la fibromialgia representa un trastorno del tipo psicosomático, sí se habla de la “enfermedad de las emociones reprimidas o no expresadas”, y que sería el fruto de diversos traumas y/o conflictos internos que nos hemos generado nosotros mismos y que no hemos podido resolver de buena forma.
Hoy ya no se discute la relación existente entre el cuerpo, la mente y las emociones, al punto, que en nuestro cuerpo físico se “incrustan” las sensaciones y sentimiento que llegan desde el plano emocional, es decir, tenderíamos a somatizar aquello que sentimos cuando se trata de sensaciones y estímulos de carácter negativo. Hay numerosos estudios que ponen en evidencia la vinculación entre situaciones estresantes que experimenta una persona y los estados psicológicos negativos subsiguientes que vive, lo cual, trae como consecuencia directa, que el sistema inmunológico se vea severamente afectado.
El concepto “enfermedad psicosomática” alude al hecho, que la psique (o mente) afecta al soma (o cuerpo), es decir, la tensión mental causada por una condición crónica de estrés, angustia, ansiedad, agobio, etc., influye en el estado de los tejidos corporales, órganos, músculos, piel y el tejido conectivo que se extiende como una red en el cuerpo, provocando lesiones, inflamaciones y enfermedades, tales como: acidez estomacal, colon irritable, úlceras, bruxismo, etc. Sabemos que los estados emocionales negativos favorecen otros trastornos, tales como: problemas cardíacos, hipertensión arterial, depresión, distimias, consumo excesivo de alcohol y drogas, diversos tipos de cáncer, etc.
La fibromialgia es un padecimiento silencioso, crónico, algo misterioso y que es bastante incomprendido, hasta el punto, que muchos pacientes sienten que las demás personas no les creen cuando señalan estar sufriendo de intensos dolores. Dado que no presenta signos visibles, que el dolor del sujeto no se “ve”, y que tampoco puede ser detectado a través de análisis de laboratorio o estudios de imágenes como radiografías, scanner, endoscopías, etc., se la tiende a minimizar y a catalogar como un “dolorcillo pasajero”, achacando la gran sensibilidad que sienten los pacientes frente al dolor, a un tema subjetivo, “exagerado”, de persona “histérica”, algo, que molesta a la gente y que está alejado de la realidad, ya que los afectados sienten un dolor y un malestar significativo en los músculos, así como en el tejido fibroso, que incluye ligamentos y tendones.
Pocos saben que la fibromialgia está considerada como una patología bastante frecuente. La Fundación Española de Reumatología, así como las estadísticas a nivel mundial indican que alrededor del 4% de la población padecería de este trastorno, siendo las mujeres de entre 20 y 50 años, el segmento más afectado, con el 90% de ellas liderando las estadísticas de fibromialgia. Se caracteriza por la presencia de malestar músculo-esquelético generalizado y la sensación de dolor ante la presión en algunos puntos específicos del organismo: los llamados “18 puntos dolorosos”.
La fibromialgia corresponde a un grupo de síntomas y trastornos aún poco comprendidos, caracterizada por la presencia de fatiga extrema, dolor con carácter crónico, síndrome de la pierna inquieta, calambres, dolor torácico, disminución de la visión, rigidez matutina (de los músculos, ligamentos y tendones), así como también un amplio espectro de síntomas tales como: insomnio y dificultad para conciliar el sueño, jaquecas, migrañas y dolores de cabeza, problemas cognitivos relacionados con la memoria y la concentración llamadas también “lagunas mentales”.
Una de las explicaciones de por qué razón se produce la fibromialgia, hace alusión al hecho que las personas que la padecen tenderían a hacer una errada elaboración de los pensamientos y emociones negativos, acumulando mucha tensión interna, la que no sería “liberada” de inmediato por intermedio, ya sea, del “uso de la palabra”, es decir, no ser capaz de expresar su negativa a hacer algo que no desea hacer, no estar en grado de expresar su molestia o indignación, ser incapaz de defenderse por alguna ofensa recibida, etc., o bien, a través “de la acción”, es decir, incapacidad para tomar medidas para resolver el conflicto, dificultad para responder a la agresión física o verbal por parte del otro, etc.Esto significa que las emociones son reprimidas, ya que la persona no se atreve a expresarlas, a raíz de lo cual, quedan “bloqueadas” y retenidas físicamente bajo alguna forma de fuerte tensión interna, que luego se manifestará a través de sentir dolor.
Si bien, los datos clínicos indican que la fibromialgia es un trastorno que acompaña a la persona de por vida, hay casos documentados de pacientes que han logrado superar la enfermedad, y que hoy viven sanos, felices y sin experimentar ningún tipo de dolores. Algunas medidas que han ayudado a los pacientes a aliviar los síntomas de la enfermedad:
- La fibromialgia ha sido relacionada con una deficiencia de magnesio. Una de las recomendaciones, es consumir alimentos ricos en este mineral: verduras de hoja verde, algas, higos, legumbres, almendras, plátanos, castañas de cajú, etc.
- Seguir una dieta alcalina, basada en alimentos enteros sin procesar, especialmente, verduras y otros alimentos ricos en nutrientes y fibras.
- Reducir el consumo de carne, de productos lácteos altos en grasa y alimentos con altos niveles de grasas saturadas, ya que contribuyen a la inflamación y al dolor.
- Reducir y/o eliminar el consumo de alimentos fritos y comida chatarra.
- El consumo de linaza y aceite de linaza alivia la inflamación de la fibromialgia.
- Eliminar de la dieta alimentos procesados y bebidas gaseosas (contienen aditivos que agravan el problema).
- Realizar actividades que promueven el drenaje linfático (nadar, practicar yoga, hacer Tai-Chi, recibir masajes corporales).
Resulta beneficioso realizar un análisis consciente de los traumas, emociones y vivencias negativas reprimidas que pudiesen estar agobiando a la persona, y que no han podido ser resueltas de buena manera, ya que esta técnica, llamada “de focalización y sanación emocional” (“focusing”) que trabaja con la “experiencia corporalmente sentida”, desarrollada por el Dr. Eugene Gendlin, ayuda a reducir los niveles de estrés, angustia y ansiedad, permitiendo a las personas tomar decisiones que favorecen su bienestar, al mismo tiempo que representa una forma de lograr cambios conductuales saludables y estables en el tiempo.
Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl – Conferencista, escritor e investigador (PUC)