28 de Mayo del 2025.- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel global y, en Chile, comparte el primer lugar junto con las enfermedades cardiovasculares. De hecho, 1 de cada 3 fallecimientos por cáncer en el país está relacionado con el consumo de tabaco.
Tabaquismo: un problema de salud pública
Aunque la legislación chilena ha avanzado en restringir espacios para fumadores -como establecimientos de educación superior, aeropuertos, teatros, cines, bares o discotecas, entre otros- el tabaquismo sigue siendo una amenaza urgente para la salud pública y cada año mueren miles de personas por consumo activo o pasivo de esta sustancia.
El cáncer de pulmón, directamente asociado al consumo de tabaco -factor de riesgo modificable más importante en enfermedades crónicas no transmisibles- es la principal causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres en Chile. Entre 2022 y 2023, este tipo de cáncer causó más de 6.900 muertes: 57% en hombres y 43% en mujeres, con un promedio de 10 chilenos fallecidos al día por esta razón, según datos del Departamento de Estadísticas e Información en Salud del Minsal.
Cigarrillos electrónicos: el nuevo enemigo invisible
Ya sean de limón, frambuesa o mentolados, los cigarros y todos sus sustitutos son igual de dañinos: siempre que exista combustión e inhalación directa o indirecta existe un efecto perjudicial en la salud. Por lo tanto, es aconsejable abstenerse de fumar tabaco o cigarrillos electrónicos, puesto que además este daño es acumulativo e irreversible.
En esta misma línea, el Dr. José Miguel Bernucci, director de Prevención y Detección Precoz del Cáncer de FALP, asevera: “La industria busca posicionar los dispositivos de tabaco calentado o vapeadores como alternativas ‘más seguras’, pese a que la evidencia muestra lo opuesto: generan alta adicción a la nicotina, especialmente en jóvenes, y pueden ser una puerta de entrada al consumo del tabaco tradicional. Por eso, el llamado de FALP es que avancemos en la protección de la población hacia el tabaquismo habitual y también hacia el tabaquismo electrónico”.
La buena noticia es que el tabaquismo es un factor de riesgo completamente evitable. Dejar de fumar, adoptar una vida activa y evitar el uso de dispositivos electrónicos para fumar puede marcar la diferencia.