Chile posee una riqueza natural que es reconocida a nivel mundial cada año, a través de los Premios World Travel Awards, donde el país destaca en diversas categorías. En este escenario, los Parques Nacionales resultan fundamentales, dado que atraen cientos de turistas anualmente, por lo que resulta imprescindible fomentar un turismo sostenible, respetuoso de su frágil biodiversidad.
Uno de estos lugares es el Parque Nacional Alerce Andino, ubicado en la provincia de Llanquihue. Cuenta una superficie de 39.255 hectáreas, que comprende montañas, valles y lagunas. Según datos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), su vegetación predominante es el bosque siempreverde y la especie con mayor representatividad es el alerce; en tanto, entre su fauna destaca la presencia de especies como pudú, puma, güiña, zorro gris, monito del monte, cóndor, carpintero negro, torcaza y percatrucha.
En este contexto, la Universidad San Sebastián, sede De la Patagonia, en conjunto con Conaf, Tompkins Conservation, Municipalidad de Puerto Montt y Birds Chile, han trabajado colaborativamente en el Proyecto de Vinculación con el Medio (VcM) Observatorio socioecológico de los parques de la Patagonia: caso del Parque Nacional Alerce Andino, el cual busca producir información que contribuya a la gestión del turismo sostenible en torno a este Parque, orientada especialmente a organizaciones e instituciones pertinentes y a la comunidad.
“Proponemos generar información sistematizada, de la mano de espacios de encuentro y aprendizaje que conecten a la sociedad con los ecosistemas protegidos de la Patagonia, promoviendo una gestión participativa y sostenible de los recursos naturales”, explica el académico VcM de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza y líder la iniciativa, Joaquín Rivera.
Para esto, estudiantes de la carrera Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo han trabajado en conjunto a la comunidad local en diversas acciones. Entre ellas, se encuentra la creación de un herbario, que fue entregado a la comunidad a fines de agosto. Esta herramienta documenta parte de la rica flora del Parque Nacional Alerce Andino y fue elaborado por estudiantes del curso de Ecosistemas, Flora y Fauna, bajo la guía de la académica Verónica Píriz. La iniciativa tuvo como objetivo “conservar y compartir el conocimiento sobre las especies vegetales del Parque, fomentando la educación ambiental y la conciencia sobre la importancia de la conservación”, puntualiza la académica.
Para Joaquín Aubá, encargado de la biblioteca de Correntoso, donde se realizó la actividad de presentación y entrega del herbario, “es un aporte tremendo a la comunidad, porque nos entrega un insumo muy valioso y pone en valor nuestro Parque Nacional. A pesar de que hay mucha gente que le saca provecho y lo visita, muchos que no lo conocen, entonces es un muy buen recurso. Estamos muy contentos de contar con este herbario. Es importante el trabajo mancomunado y me parece muy bueno que la Universidad aporte a las comunidades y a los entornos. Seguimos con muchas ganas de seguir vinculándonos”.
El trabajo detrás del herbario
Tania Parra, estudiante participante de este proyecto que tributa al Programa Territorial Hito Más Parques, de VcM, explica que “realizamos estos herbarios en jornadas largas, comenzando con la recolección de muestras en el parque Alerce Andino autorizada por la dirección de Conaf, para luego efectuar un proceso de secado y prensado. Para mí es un honor ser parte de esta institución y participar en este proyecto junto a mis compañeros y profesores. Agradezco la enseñanza de nuestros académicos Joaquín Rivera y Verónica Píriz, dado que este proyecto no solo contribuye a mis conocimientos a futuro, sino también a la preservación y valorización de la biodiversidad dentro de nuestra comunidad, teniendo fines educativos para todas las generaciones”.
Su compañera Vania Abarzúa, añade que “este proyecto significa un avance en la educación ambiental para todas las personas que están rodeadas de la naturaleza y que, quizás, no tienen tanto conocimiento. Esta herramienta ayudará a diferenciar las distintas especies no solo mirándolas, sino que tocando y oliendo, para que así después ellas mismas puedan identificarlas y ser más conscientes de lo que está a su alrededor”.
“Los proyectos de VcM nos sirven como proyección profesional, ya que cubren una amplia parte de lo que es el ecoturismo; aprendemos a hacer muestreos, conexiones con la gente, podemos hacer educación ambiental que en mi caso, es algo muy importante porque contribuye a que las personas valoren el entorno natural y el cuidado del medioambiente”, concluye.