¿Alguien pensaría que un duelo también puede sanarse a través de la acupuntura? Porque eso y mucho más, es lo que esta rama de la Medicina Tradicional China puede hacer por la salud. Porque, como es sabido, mente y cuerpo son uno, los métodos de la acupuntura tratan dolores físicos, pero también calman la ansiedad y la angustia.
Esta terapia no es sólo experimental, ya se aplica el beneficio de la medicina integrativa en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, donde se ha implementado en neonatología, geriatría, neurología, pediatría, anestesia, UCI y oncología. En el Hospital San Pablo de Coquimbo se impulsó en 2021 una innovadora iniciativa que incluyó acupuntura, dedicado al bienestar de los pacientes durante la pandemia. El Hospital van Buren implementó estos métodos para cuidar a su personal, según constató el Ministerio de Salud.
La evidencia de las terapias integrativas ha sido validada por la OMS y en Chile está el Decreto Acupuntura del Ministerio de Salud, que otorga reconocimiento y regula a la acupuntura como Profesión Auxiliar de la Salud Pública en 2006. Estas decisiones se basan en que se ayuda a mejorar algunos parámetros clínicos como estrés, ansiedad en el paciente hospitalizado, incluso baja el ritmo cardíaco y disminuye la necesidad de analgesia. Sin contar que esta metodología humaniza la atención de los pacientes, a sus familias y a los funcionarios del recinto.
La acupuntura vino para quedarse, ya son múltiples los usuarios que tratan dolores crónicos, problemas lumbares y tendinomusculares, lesiones deportivas y también masajes terapéuticos. A su vez, es un gran aporte a problemas de salud mental, como estrés, ansiedad, angustia y depresión. Estas medidas se reflejan en una disminución ostensible del dolor, para ser complementado junto al tratamiento médico.
Quizás sea tiempo de repensar la acupuntura y que más centros de salud lo incorporen para cumplir su máximo objetivo: aliviar el dolor de los pacientes y transformar el enfoque para tratar a los pacientes de forma integral.
María Graciela Estay Sierra – Acupunturista de la Escuela Internacional de Medicina Tradicional China – Región de Coquimbo