Para quienes esperan que la noche termine y comience un nuevo día siempre hay buenas noticias.
Este nuevo año que comienza junto al solsticio de invierno, sin duda marca un nuevo y gran comienzo para todos los hombres y mujeres. No solo para quienes conmemoran uno de los hitos más importantes de la cosmovisión mapuche-huilliche sino que para todos quienes de una u otra forma hemos vivido la larga noche que ha significado para todos la pandemia provocada por el COVID-19.
En mi calidad de Director Regional he recibido muy de cerca el pesar de las müchulla Williche que se han visto imposibilitadas para desplazarse libremente hasta los enclaves urbanos para gestionar diversos y necesarios aspectos del quehacer diario. O para vender el producto de sus trabajos. Frente a tal inconveniente y preocupante angustia incluso un abrazo de solidaridad tubo en su peor momento un carácter prohibitivo. La noche ha sido más obscura que otras noches. Sin embargo, se acerca el día. Con el avance de los procesos de vacunación y mientras el sol prepara su despliegue por el territorio, comenzará a germinar la esperanza de un tiempo mejor, renovado sobre la Mapu augurando para todos nosotros un nuevo comienzo y un gran Wetxipantü. Mi más cordial saludo a todas las müchulla Williche de la Región de Los Lagos, que con el corazón dispuesto comienzan un nuevo ciclo al lado de la tierra y de la mano con el sol.