Creo que la afirmación “no tengo tiempo” debe ser una de las mas empleadas en nuestro tiempo. Se usa como excusa o justificación para no realizar una actividad determinada o para explicar el motivo por el cual no hicimos una actividad que debimos realizar. Esta frase es útil y es un verdadero comodín, ya que sirve como excusa general y al mismo tiempo, nos permite aparecer como personas tremendamente ocupadas.
La verdad es otra. En realidad, tenemos tiempo, lo que ocurre es que no lo empleamos en forma adecuada, no lo distribuimos en forma racional. Nadie puede negar que lo dejamos todo para última hora y por ello sentimos que nuestro tiempo es escaso o lisa y llanamente no lo tenemos.
Creo que debemos dar una nueva mirada al tiempo que tenemos a nuestra disposición. En primer lugar, creo que cada día deberíamos iniciarlo con una mirada distinta, no es un día menos, es un día mas que tenemos a nuestro haber y debemos iniciarlo con una sonrisa junto a un buen café. Vestirnos de acuerdo con nuestro estilo, pero dejando guardadas en un cajón las pantuflas y las poleras holgadas. Bien vestido, bien recibido y con una actitud que cuesta mucho como es caminar derecho y levantar la cabeza sintiendo la brisa en la cara.
Cada día debe contar con nuestro optimismo. Al mal tiempo buena cara. Muchas veces el mayor de los problemas se soluciona con una conversación franca, acompañada de una amplia sonrisa y por arte de magia, las dificultades van desapareciendo y las soluciones aparecen como por arte de magia. Dado que el tiempo es nuestro tesoro, no lo malgastemos en discusiones estériles y muchas veces tóxicas. Aún subsisten en nuestro entorno, personas que ignoran que el muro de Berlín fue demolido y que la guerra fría terminó y continúan usando un lenguaje añejo, fanático y plagado de frases hechas que se repiten continuamente como si se tratara de un mantra.
Nada más gratificante que mantener conversaciones con personas afables y que siempre tienen algo que enseñarnos. Alejémonos de los dogmáticos y de aquellos que sólo repiten frases copiadas de otras personas y que abusan de ellas para parecer más inteligentes. y por, sobre todo, acercarnos a quienes podamos hacer el ejercicio de escuchar. Toda persona tiene algo nuevo que enseñarnos.
Nada más gratificante que mantener vivas y cordiales las relaciones humanas. Desde luego las que se anudan dentro del hogar, integrando a todos los miembros de la familia. En el hogar se nos da la oportunidad de convivir con todas las edades, niños, jóvenes y adultos, es el perfecto muestrario de la vida.
Mantener las amistades de siempre, esas que, aunque transcurran años sin contacto, el reencuentro será como si no hubiese pasado el tiempo y por, sobre todo, debemos estar a disposición de ellos, así como ellos lo están para nosotros.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido y tampoco lo tengo para aquellas personas que quieren obligarme a creer en modas, obligarme a pensar como ellos bajo la amenaza, de ser agredido verbalmente e incluso físicamente.
He decidido emplear mi tiempo en todo aquello que me sume gratificaciones espirituales e intelectuales, desechando lo tóxico, lo obligatorio y por, sobre todo, lo que no quiero hacer.
José Manuel Godoy Leiva.