20 de Enero del 2025.- Imaginen que están en Santiago en la Alameda… a pleno tráfico, los vehículos pasando raudos. Usted, esta tan relajado, tan tranquilo sin ninguna preocupación, que simplemente supone que alcanza a pasar y con toda confianza cruza la calle. Lo siguiente es que siente que vuela por los aires, y cuando vuelve a la luz y la conciencia está en una cama de hospital rodeado de un doctor y familiares… fue atropellado… ¿Por qué?
Usted no tuvo miedo… no tuvo ansiedad… no se preocupó… la ansiedad, el dolor, son recursos para sobrevivir… un niño pequeño cuando se quema con la estufa, sabe que nunca mas se acercara a ese objeto… el temor, la anticipación razonable, salva nuestra vida. ¿Cruzo o no cruzo? los autos vienen muy rápido… y las micros me pueden aplastar… no por ningún motivo, espero el turno… no quiero morir…
Hasta aquí, todo normal. Usted no correrá riesgos estúpidos, la ansiedad de base es funcional y en realidad es parte de la virtud llamada prudencia.
Pero, el problema surge cuando empezamos a tener ansiedad por cosas que no existen, que no han sucedido, y probablemente nunca ocurran.
¿Y si pierdo mi trabajo?
¿Y si me enfermo?
¿Y si Este dolor será algo malo? ¿Un cáncer quizás?
¿Esta rara mi pareja me ira a dejar?
¿Y si hay una nueva pandemia?
¿Y si pasa algo malo hoy? No sé qué, pero siento que algo malo puede pasar.
Suma y sigue… se dio cuenta? Es un bucle que se repite y repite de palabras frases que flotan dentro de usted, cada una de ellas sobre nubes de emoción y temor.
Si hay terapias, hay medicamentos para esto. Pero lo mejor es ir a las causas… y romper el circuito de frases, reemplazarlas de a poco. Primer paso estar consciente de ellas… han formado parte de nuestra vida tanto tiempo, que son como una segunda voz, una segunda personalidad. Lo segundo, es entender que son solo palabras, frases, que flotan frente a usted como fantasmas en la niebla. Solo son eso. Nos son reales.
Tercero, viva el aquí y ahora. Eso que ahora se conoce como Mindfulness, estar presente con atención plena. NI absorbido en laguna amargura o recuerdos del pasado (que también son frases) ni pedido en el interminable ¡y si? del futuro
¡Tu toma el control de tu vida! Acude a algún buen profesional, pero sobre todo cree en tu propio poder, y si tienes fe en algo que nos trasciende, mejor aún.
Luis Alberto Solis Valenzuela – Profesor de Historia – Psicólogo clínico