Un estudio de la Universidad de Portsmouth, Inglaterra, demostró que “tener una mascota ayuda a elevar la felicidad de la gente y a cuidar su salud, ya que quienes mantienen la compañía de animales son menos propensos a sufrir enfermedades”. Con sólo pasar los dedos por el pelaje o el cuerpo de las mascotas, las personas se relajan y se sienten menos estresadas.
Los gatos, por su parte, son animales muy curiosos, divertidos, cariñosos e independientes. Al respecto de su independencia, es fácil advertir un dato relevante: estos felinos son seres autónomos que tienen sus propias ideas acerca de cómo deben ser las cosas. Hasta tal punto esto es así, que los gatos se acercan a restregarse contra las piernas de sus amos sólo cuando ellos desean hacerlo, al mismo tiempo que son libres para alejarse cuando así también lo estiman pertinente, en cuyo caso, resulta casi imposible obligarlos a hacer algo que un gato no desea hacer.
Desde hace milenios se sabe de la existencia de un estrecho vínculo entre ciertos animales y el ser humano. Es una relación de carácter afectivo y emocional: gatos, perros, caballos, aves, etc., son animales que gozan de nuestro afecto y predilección.
Y así como existe la “equinoterapia, una conocida técnica usada para promover la rehabilitación de niños, adolescentes y adultos a nivel psicológico, neuromuscular, cognitivo y social por medio del uso de caballos como terapia”, también existe la “gatoterapia, a saber, una técnica en que se utiliza a los gatos con el objetivo de combatir problemas de ansiedad, estrés, depresión y autismo”, entre otros trastornos de salud.
Diversos estudios demuestran que este tipo de terapia mejora la calidad de vida de la gente, al mismo tiempo que se produce una conexión muy especial entre el gato y su dueño. Todo aquél que tiene a uno de estos felinos por mascota, sabe que así como su gato ama su independencia, también gusta mucho de los mimos y las caricias, en función de lo cual, se podría decir, que su conducta se asemeja a la de los seres humanos.
Aunque para algunas personas sea difícil de creer, los gatos pueden ser muy beneficiosos en la vida de la gente –excepto cuanto existe alergia a la caspa de los gatos– por cuanto, la gatoterapia ha demostrado que su compañía promueve mejorías físicas y psicológicas, siendo su presencia mucho más beneficiosa de lo que la mayoría piensa.
De acuerdo con un estudio del Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota, “los dueños de gatos tienen menos probabilidad de morir de un ataque al corazón”, ya que luego de seguir a más de 4.500 personas –tres de cada cinco de ellas tenían gatos– por más de 10 años, se constató, que “los dueños de gatos presentaban una reducción del riesgo por ataques al corazón del 30%, en comparación con aquellos que no tenían gatos”.
Otros estudios demuestran que el “ronroneo de los gatos ayuda a reducir el nivel de estrés de sus dueños, al mismo tiempo que disminuye su tensión arterial”, ya que de acuerdo con la revista de divulgación Scientific American, los gatos “producen vibraciones de entre 20 y 140 hercios al ronronear, una frecuencia beneficiosa para una gran cantidad de enfermedades”.
Finalmente, destaquemos también el caso de las personas adultas y enfermas, quienes, al tener cerca a sus mascotas, sean éstos perros o gatos, se sienten mejor de sus dolencias y ansiedades, pueden relajarse y tranquilizarse de una manera notable, logrando incluso, bajar los niveles de estrés y elevar notablemente su nivel de inmunidad ante las enfermedades.
Dr. Franco Lotito C. – Conferencista, escritor e investigador (PUC)