El Dalai Lama es considerado el líder espiritual del budismo tibetano y representa, además, una figura mundial por cuyas enseñanzas y postura personal en pro de la paz mundial y en contra de la violencia y del abuso, fue merecedor del Premio Nobel de la Paz.
Bien vale la pena, entonces, revisar y analizar algunos de los valores y principios de vida que este maestro espiritual intenta enseñar a quienes lo quieran escuchar:
- Deje ir a las personas que están “en modo de queja permanente”: estas son personas que sólo se acercan a nosotros para compartir sus quejas, penas, historias desastrosas y juicios negativos que hacen de los demás. Este tipo de sujetos que parece que estuvieran “enchufados a una máquina automática de quejas” son verdaderos ladrones de energía que terminan por agotarnos completamente, de modo que si usted descubre que hay alguien que anda buscando un recipiente donde echar su basura, no permita que ese recipiente sea su mente y aléjese de inmediato de quienes lo quieren arrastrar hacia sus dramas y tormentas personales.
- Cumpla con las promesas pendientes: si no le ha sido posible cumplir con alguna de las promesas que usted ha hecho, es necesario que haga un análisis de por qué razón se resiste al cumplimiento de las mismas. Uno siempre tiene la posibilidad de cambiar de opinión, de compensar a la otra persona, de renegociar o bien, de ofrecer otra alternativa a cambio de la promesa no cumplida. Una posibilidad, eso sí, que no puede transformarse en una suerte de costumbre. Para evitar caer en situaciones como éstas, la forma más sencilla para evitar el no cumplir con algo que usted no desea hacer, es decirle ¡No! a la otra persona desde el principio. Por otra parte, ser “una persona de palabra” es una de las cualidades más valoradas y cotizadas en el mercado de las relaciones interpersonales.
- No escuchar nuestra voz interna y descuidar nuestros propios intereses: hay que buscar la forma de eliminar todas aquellas cosas que uno no desea hacer y, en lugar de eso, dedicar nuestro tiempo a realizar aquellas cosas que sí nos agradan y que disfrutamos. En ocasiones, debemos ser capaces de reconocer que no estamos en condiciones de hacer una determinada tarea y que, tal vez, hay otra persona que lo puede hacer mejor que nosotros o que incluso, le agrade y le entregue satisfacción hacerla. Esto adquiere gran valor cuando se trata de aspectos relacionados con el trabajo. Cuando logramos darnos cabal cuenta de esta situación, lo que estamos haciendo es garantizar que logremos un equilibrio armónico y positivo en nuestras vidas.
- Ser capaces de descansar y relajarnos cuando lo necesitamos: las personas deben darse el permiso para descansar cuando sienten que están atravesando por momentos de dificultad y requieren de una pausa, de un momento de quietud interna. Si bien, cada persona tiene su propio ritmo de acción, es importante saber cuándo descansar y poder llenarse de fuerza y de energía. No hacerlo cuando más lo necesitamos implica correr el riesgo de perder nuestra energía y fuerzas, y caer en actos irresponsables, que luego acabarán en arrepentimiento y autorecriminación.
- La importancia de cuidar el orden: no hay nada más desgastador y generador de pérdida de energía que un espacio desordenado y lleno de cosas –incluso del pasado– que la persona no necesita. De modo que ocúpese de levantar y tirar a la basura todo aquello que ya no necesita, y organice, de ahora en más, un grato espacio de confort y bienestar para usted.
- Cuidar la salud, el bien más importante que tenemos: de muy poco nos sirve ganar mucho dinero, si se tiene un trabajo que nos desagrada y nos enferma, o bien, de muy poco sirve aumentar –con gran desgaste personal– nuestro patrimonio y riquezas materiales si no somos capaces de cuidar aquello que nos sostiene en pie: nuestro cuerpo y nuestra salud física y mental. Es preciso, entonces, dar prioridad al cuidado de la salud, ya que con el organismo trabajando más allá de sus límites no es mucho lo que la persona podrá lograr. A raíz de lo anterior, resulta crucial tomarnos algunos momentos de descanso, hacer cosas que nos agradan, dedicar tiempo para relajarnos, hacer deportes y actividad física, cuidar nuestra alimentación, proteger nuestra salud tanto física, como también mental y espiritual (o emocional), rodeándonos de gente positiva que nos aprecia y valora.
- Mantener las cuentas claras: si se quiere tener paz, hay que pagar las deudas a tiempo y, al mismo tiempo, cobrar las deudas a quienes nos deben: es justo y es correcto. Tener las cuentas claras significa que existe la certeza de que no le debemos nada a nadie y que nadie nos debe a nosotros. Si alguien nos debe y nos damos cuenta que resulta imposible lograr que pague su deuda, es mejor dejarlo ir, porque la rabia, la frustración y todo el desgaste físico y mental correrá –inútilmente– por cuenta nuestra.
- Ser capaces de enfrentar las situaciones difíciles: si tomamos las riendas de la vida en nuestras manos e intentamos resolver los problemas y dilemas difíciles que enfrentamos, ello nos permite comenzar a diseñar estrategias de cómo vencer y superar situaciones difíciles. Por el contrario, lo único que logramos con posponer, ignorar o no querer enfrentar los obstáculos que nos pone la vida es autogenerarnos un estrés innecesario, dificultando así nuestra estabilidad física y mental. Recordemos al respecto de este punto una frase muy inspiradora: “Es imposible derrotar a una persona que nunca se rinde”.
- Aprender a aceptar las cosas que no se pueden cambiar: hay muy pocas cosas en la vida que nos hacen perder tanta energía, esperanza y fuerza de voluntad como el acto de resistir y pelear contra hechos, personas y situaciones que no se pueden cambiar. Hay que tener presente que aceptar ciertas realidades no es equivalente a resignarse, por cuanto, la única manera de liberarnos y deshacernos de algunos “monstruos” que nos acechan, es aceptar que están allí. Asumir, entonces, que hay cosas que no pueden ser cambiadas se convierte en un paso adicional para alcanzar nuestro merecido bienestar y tranquilidad personal.
Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl – Académico, escritor e investigador (PUC-UACh)